Votar: el mundo quiere ser engañado
Donald Trump y Joe Biden
(Fotos oficiales de la Casa Blanca)
COGwriter
Las elecciones presidenciales de 2024 bien podrían presentar a Donald Trump contra Joe Biden. Muchos no están contentos con eso.
Sin embargo, varios se han convencido de la superioridad de uno u otro como esperanza para Estados Unidos.
Considere lo siguiente del Daily Reckoning:
El mundo quiere ser engañado
3 de abril de 2024
“Mundus vult decipi, ergo decipiatur [El mundo quiere ser engañado, así que que se deje engañar]”.
Creemos que aquí hay una gran justicia. El mundo anhela ser engañado, eterna e infinitamente engañado.
¿Por qué si no, hermanas y hermanos, la gente asiste a espectáculos de magia… consulta a psíquicos… o lee las columnas editoriales del New York Times?
¿Por qué, efectivamente, la gente vota?
La respuesta, hasta donde podemos discernir, es porque desean ser engañados. https://dailyreckoning.com/the-world-wants-to-be-deceived/
Es un engaño, al menos desde la perspectiva de que la humanidad puede resolver por sí misma sus grandes problemas ignorando la palabra de Dios y no poniendo su esperanza en el regreso de Jesús y el establecimiento del Reino de Dios.
La Biblia enseña:
14 Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. 15 Pero afuera están los perros, los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo aquel que ama y practica la mentira. (Apocalipsis 22: 14-15)
No debemos creer la mentira de que votar, per se, resolverá los problemas de una nación.
En 2023, Daily Reckoning publicó lo siguiente:
Los votantes del ‘menor de dos males’ que podrían decidir 2024
28 de junio de 2023
El camino del presidente Joe Biden hacia la victoria en 2024 pasa por votantes que piensan que ha sido una decepción en la Casa Blanca, pero dicen que Donald Trump u otro republicano sería aún peor.
El índice de aprobación de Biden se sitúa en el 43% en la última encuesta nacional de NBC News, un apoyo insuficiente para traducirlo en una victoria en la reelección. Pero otro 10% de los votantes registrados dice que sólo “desaprueba un poco” el desempeño de Biden. Y en una hipotética revancha con Trump, la mitad de esos votantes dicen que apoyarían a Biden, mientras que el 39% dice que respaldarían a Trump.
Un hombre de California que se describe a sí mismo como votante “muy liberal” comparó el enfrentamiento con “elegir el menor de dos males”. …
La encuesta de NBC News entre 1.000 votantes registrados (831 de los cuales fueron contactados por teléfono celular) se realizó del 16 al 20 de junio y tiene un margen de error general de más o menos 3,1 puntos porcentuales. https://www.aol.com/news/lesser-two-evils-voters-could-090000198.html
NO soy votante ni demócrata ni republicano; soy un cristiano no partidista que busca el regreso de Jesús y el establecimiento del Reino de Dios .
Observe algo que publicó Daily Reckoning relacionado con las elecciones presidenciales de EE. UU. de 2012:
Cuando se enfrentan al falso dilema del proceso político democrático, muchas personas se conforman con “el menor de dos males” como una especie de compromiso. Pero uno sospecha (o espera) que lo hagan con cierto grado de malestar moral. Pregúntele a un discípulo del Partido del Elefante, por ejemplo, si está de acuerdo con los mortíferos ataques con aviones no tripulados que se están produciendo actualmente en Pakistán y probablemente ofenderá una delicada ilusión de los “Demócratas por la Paz”. De manera similar, presione a cualquier defensor del Partido del Burro sobre el tema de la libertad económica y observe cómo se retuerce bajo un estrecho escrutinio de la posición de su propio candidato frente al IRS, la Reserva Federal, el indigesto código tributario de 75.000 páginas, etc., etc. ., etc., . . .
Contrariamente al dicho popular de que “sólo quienes votan tienen derecho a quejarse”, el sentido común nos lleva a la conclusión opuesta. Sólo aquellos que no han agredido a otros tienen derecho a quejarse cuando son agredidos. Aquellos que, para invertir una frase, “alimentan la boca que los muerde”, pueden mantenerse firmes, pero lo hacen sobre terreno inestable.
Un voto a favor de cualquiera de los dos males es, no obstante, un voto a favor del mal. (Daily Reckoning, 19 de octubre de 2012)
Es interesante ver cómo una fuente secular llega a conclusiones similares respecto del “sistema democrático” y las elecciones presidenciales estadounidenses.
Considere que Jesús advirtió:
25 Todo reino dividido contra sí mismo será asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá en pie. (Mateo 12: 25)
17 Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y casa dividida contra casa cae. (Lucas 11: 17)
La división en Estados Unidos está creciendo a medida que muchos de sus pecados (incluida la hipocresía) se vuelven más flagrantes.
Dicho esto, como se ha publicado aquí varias veces antes, considero que tanto Donald Trump como Joe Biden son malvados.
Sin entrar en detalles únicos sobre ninguno de los dos, consideremos en qué se parecen ambos:
- Ninguno de los dos vive como se supone que debe intentar vivir un miembro de su fe profesa.
- Ambos apoyan muchos aspectos de las agendas LGBTQ+.
- Ambos han apoyado repetidamente el aumento de la deuda estadounidense.
- Ambos han cometido públicamente numerosos errores y declaraciones erróneas.
- Ambos son septuagenarios blancos que han sido acusados de elogiar abiertamente a los supremacistas blancos. (https://nymag.com/intelligencer/2019/03/joe-biden-donald-trump-similarities-2020.html)
- Ambos han pedido un empoderamiento sin control de las entidades encargadas de hacer cumplir la ley.
- Ambos han sido acusados de acosar sexualmente a numerosas mujeres.
- Ninguno de los dos ha pedido arrepentimiento nacional.
- Ninguno de los dos ha buscado primero el Reino de Dios.
- Ambos han sido líderes de Administraciones que han disgustado a los europeos.
- Ambos han sido acusados de corrupción grave.
- Ambos han sido acusados de hipocresía.
Ahora bien, no estoy tratando de decir que no hay diferencias. Sí, sé que tienen diferentes políticas económicas y climáticas, así como diferentes puntos de vista sobre el aborto y las cuestiones raciales. Un vídeo relacionado es Biden, Trump y la Biblia https://www.youtube.com/watch?v=FLZWkF6RjKs.
En cuanto a ser hipócrita, el Libro de Job enseña:
13…Y la esperanza del hipócrita perecerá, (Job 8: 13)
La profecía bíblica advierte que Dios castigará y destruirá “una nación hipócrita” (Isaías 10: 6, RV) en una profecía relacionada con Estados Unidos.
La Biblia enseña:
1 Clama en voz alta, no te arrepientas;
Alza tu voz como trompeta;
Contad a mi pueblo su transgresión,
y a la casa de Jacob sus pecados. (Isaías 58:1)
Estos pecados nacionales incluyen el aborto, la inmoralidad sexual, la promoción de la pornografía, los falsos testimonios, la violencia, el robo económico mediante deudas y otros medios, la hipocresía, el desprecio por el Dios de la Biblia, la codicia y muchos otros.
Vea también nuestro libro en línea gratuito, Los Diez Mandamientos: El Decálogo, el Cristianismo y la Bestia https://www.cogwriter.com/TenCommandments.pdf.
En lo que respecta a la votación, observe algo que el autor internacional Doug Casey escribió al respecto:
29 de marzo de 2019
La democracia está enormemente sobrevalorada. …
La mayoría de los fundadores de Estados Unidos estaban más preocupados por la libertad que por la democracia. …
Votar anima a los políticos. Un voto en contra de un candidato (una razón importante y bastante comprensible por la que mucha gente vota) siempre se interpreta como un voto por su oponente. Y aunque usted esté votando por el menor de dos males, el menor de dos males sigue siendo malo. Equivale a darle al candidato un mandato tácito para imponer su voluntad a la sociedad . https://internationalman.com/articles/5-reasons-not-to-vote/
El Libro de Daniel tiene lo siguiente:
17 ‘Esta decisión es por decreto de los vigilantes,
Y la sentencia por palabra de los santos,
Para que los vivientes sepan
Que el Altísimo gobierna en el reino de los hombres,
A quien Él quiere lo da,
Y establece sobre él el más bajo de los hombres. (Daniel 4: 17)
Este año se celebran elecciones en unos 50 países, además del Parlamento de la Unión Europea. Pero sabemos que debemos orar por nuestros líderes (1 Timoteo 2: 1-3), y Dios decidirá quiénes deben ser.
(foto de Pixabay)
Después de dar las razones por las que nosotros en la Continuación de la Iglesia de Dios no votamos en la Carta a los Hermanos: 25 de enero de 2024 https://www.ccog.org/letter-to-the-brethren-january-25-2024/, un hombre señaló un par de porciones de la Biblia que sentía que apoyaba la votación.
Entonces, veamos algunos.
Observe lo siguiente:
13 Escoged de entre vuestras tribus hombres sabios, entendidos y entendidos, y yo los pondré jefes sobre vosotros. (Deuteronomio 1: 13)
Dios hizo que la nación de los hijos de Israel escogiera hombres sabios y comprensivos de sus tribus, y dijo que los haría líderes. Probablemente nadie que esté en la boleta electoral sea un hombre “sabio, comprensivo y conocedor” y pocos serían incluso de la misma tribu en lugares como Estados Unidos. Entonces, no, eso no es un respaldo a la votación moderna.
Note también lo siguiente:
14 Cuando llegues a la tierra que el Señor tu Dios te da, y la poseas y habites en ella, y digas: “Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están alrededor de mí”, 15 ciertamente pondrás un rey sobre ti a quien el Señor tu Dios escoja; a uno de entre tus hermanos pondrás por rey sobre ti; No podrás poner sobre ti a un extranjero que no sea tu hermano. (Deuteronomio 17: 14-15)
Ahora bien, eso aparentemente sugiere que la gente elige al máximo líder. Pero hay al menos dos cuestiones que demuestran que en realidad no fue así:
1. La Biblia muestra que Dios dice que al pedir un rey, los hijos de Israel rechazaron que Él gobernara sobre ellos según 1 Samuel 8: 6-7.
2. Dios mismo escogió directamente a los primeros reyes de Israel (1 Samuel 9: 15-17; 1 Samuel 16: 1-13), por lo que esta no fue una elección mediante votación del pueblo.
Otro problema aquí era que se suponía que los hijos de Israel eran el pueblo de Dios con Sus leyes y funcionaban como una nación física. Ninguna nación actualmente en la Tierra hace ningún esfuerzo serio por funcionar de acuerdo con las leyes del Dios de la Biblia.
Por supuesto, la Biblia muestra que los cristianos son diferentes a los del mundo:
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo especial suyo, para que proclaméis las alabanzas de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; (1 Pedro 2: 9)
Además, Jesús dijo:
11 Ahora ya no estoy yo en el mundo, pero éstos están en el mundo, y yo vengo a ti. Santo Padre, … 14 Les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. .. 16 Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. (Juan 17: 11, 14, 16)
Hermanos, no debemos ser de este mundo ni de su política.
Veamos algunas de las características de los líderes piadosos que enseñan las Escrituras:
19 Escucha ahora mi voz; Yo os daré un consejo, y Dios estará con vosotros: presentaos delante de Dios por el pueblo, para que traigáis las dificultades a Dios. 20 Y les enseñarás los estatutos y las leyes, y les mostrarás el camino en que deben andar y el trabajo que deben hacer. 21 Además escogerás de todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres de verdad, que aborrezcan la avaricia; y colócalos sobre ellos para que sean gobernantes de miles, gobernantes de cientos, gobernantes de cincuenta y gobernantes de diez. (Éxodo 18: 19-21)
2 “El Espíritu del Señor habló por mí,
y su palabra estuvo en mi lengua.
3 El Dios de Israel dijo:
La Roca de Israel me habló:
‘El que gobierna a los hombres debe ser justo,
Gobernando en el temor de Dios. (2 Samuel 23: 2-3)
Pocos políticos, si es que hay alguno, respaldan verdaderamente Sus leyes y estatutos, no poseen codicia y gobiernan con temor al Dios verdadero. Por lo tanto, no son personas que los cristianos deban respaldar.
Comprenda, en el caso de Estados Unidos, por ejemplo, que los dos principales candidatos son malvados y promueven diversos aspectos del mal; incluso hicimos un video sobre ellos hace casi cuatro años: Biden, Trump y la Biblia https://www.youtube.com/watch?v=FLZWkF6RjKs.
Comprenda que las divisiones políticas entre cristianos pueden “causar disputas más que edificación piadosa” (1 Timoteo 1: 4), por lo que tienden a ser verdaderamente no rentables.
En relación con la votación y otros aspectos de los sistemas de este mundo, aquí hay algo de la Declaración de Creencias de la Continuación de la Iglesia de Dios https://www.ccog.org/statement-of-beliefs-of-the-continuing-church-of-god/:
NO DE ESTE MUNDO
Jesús enseñó: “Mi reino no es de este mundo” (Juan 18: 36). Los primeros cristianos entendieron que “el evangelio de la paz” (Romanos 10: 15; Efesios 6: 15) les prohibía participar en comportamientos militares violentos. Juan el Bautista enseñó: “No hagáis violencia contra nadie” (Lucas 3: 14). Históricamente, los miembros de la Iglesia de Dios han considerado que el servicio militar es incorrecto para sus miembros. Desde los tiempos de la Guerra Revolucionaria hasta la Guerra Civil y hasta el presente, países como Estados Unidos han tendido a tener disposiciones para eximir a los miembros y feligreses de la Iglesia de Dios de la participación militar debido a objeciones de conciencia. Los primeros cristianos no participaban en guerras militares ni presenciaban deportes violentos http://www.cogwriter.com/military.htm.
El apóstol Pablo enseñó que “somos embajadores de Cristo” (2 Corintios 5:20; Efesios 6:20; ver también Cristianos: Embajadores para el Reino de Dios, instrucciones bíblicas sobre cómo vivir como cristiano https://www.cogwriter.com/ChristianAmbassadors.pdf). El apóstol Pedro enseñó que el pueblo de Dios era “una nación santa, su pueblo especial, para que proclaméis las alabanzas de aquel que os llamó” (1 Pedro 2: 9). La Biblia también enseña que este mundo ha sido engañado por Satanás el diablo (Apocalipsis 12: 9) y que el pueblo de Dios necesita estar separado del mundo (Juan 15: 19; 2 Corintios 6: 14-18; Santiago 4: 4; Apocalipsis 18: 4). Dado que un cristiano es el embajador de Dios y esta responsabilidad es nuestro deber por encima de cualquier relación humana (Mateo 10: 37; Hechos 4: 18-20; 5: 26-31), es nuestra práctica religiosa normal no participar en la votación http://www.cogwriter.com/vote.htm de elecciones nacionales ni participamos en el servicio de jurado, ni nos unimos voluntariamente al ejército http://www.cogwriter.com/military.htm. Históricamente, la fiel Iglesia de Dios ha enseñado durante mucho tiempo que sus miembros no deben participar en jurados ni en políticas seculares.
Sin embargo, se espera que los cristianos escuchen (1 Pedro 2: 13-17) y oren por (1 Timoteo 2: 1-3) las autoridades gubernamentales y paguen sus impuestos (Mateo 22: 17-21). Sin embargo, si hay un conflicto entre las leyes de los hombres y las leyes de Dios, “debemos obedecer a Dios antes que a cualquier autoridad humana” (Hechos 5: 29, NTV).
En lo que respecta al gobierno de la iglesia, considere leer el artículo: La Biblia, Pedro, Pablo, Juan, Policarpo, Herbert W. Armstrong, Roderick C. Meredith y Bob Thiel sobre el gobierno de la iglesia .
Por supuesto, muchos cristianos profesantes creen que necesitan votar aunque ese concepto no esté respaldado en la Biblia. Pero observe dos conceptos que son:
20 ¡Ay de los que a lo malo llaman bueno y a lo bueno malo! (Isaías 5: 20).
2 No seguirás a la multitud para hacer el mal; (Éxodo 23: 2)
El “menor de dos males” sigue siendo malo.
No sigamos a una multitud para votar por el mal.
En cambio, esperamos con ansias el Reino de Dios venidero y debemos orar para que llegue. A diferencia de votar, eso es algo que Jesús ordenó a los cristianos (Mateo 6: 10).
Puede encontrar más información sobre la votación en el artículo: ¿Debería votar un cristiano?
También hay un vídeo de interés relacionado titulado: ¿Deberían votar los cristianos?
La destrucción está llegando a Estados Unidos –así como a sus aliados descendientes de británicos (Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda)– y será peor de lo que la mayoría de la gente cree, sin importar por quién voten.