¿Entiende usted su destino?
COGwriter
¿Cuál es su destino? ¿Va usted a gobernar el universo como un ser deidificado con Dios?
Una doctrina de la Iglesia de Dios que muchos protestantes parecen indicar que identifica a un grupo como un “culto” es enseñar que los cristianos han de ser deidificados. O dicho en otras palabras, que los cristianos van a convertirse en Dios.
Si bien esta creencia es normalmente considerada ser “no ortodoxa” y por fuera de la “corriente principal del cristianismo”, probablemente debería señalarse que la Iglesia Ortodoxa Oriental enseña esta doctrina (y hay alrededor de 200-300 millones de ellos), así que el término “no ortodoxa” parece no ajustarse (los Católicos de Roma y algunos otros también enseñan versiones de ella).
La realidad es que tanto la Biblia como los escritos de los primeros que profesaron a Cristo demuestran que la idea de que Jesús se hizo humano para que los humanos pudieran convertirse en parte de la familia de Dios no es nueva ni “no ortodoxa”. Sin embargo, puesto que la mayoría de los que dicen ser cristianos no están familiarizados con la mayoría de los primeros escritos, ellos simplemente no se dan cuenta de que la deidificación no es una opinión “no ortodoxa” y que era mantenida por muchos.
Este breve artículo intentará suministrar prueb documentada de que esta deidificación es tanto bíblica como histórica y es el destino concebido para los cristianos convertidos (usted también puede mirar el video titulado ¿Cuál es su destino?).
¿Enseña la Biblia que los humanos se convertirán en parte de la familia de Dios?
Jesús enseñó la deidificación:
34 Jesús les respondió, “No está escrito en vuestra ley, ‘Yo dije, “Vosotros sois dioses”‘? 35 Si Él los llamó a ellos dioses, a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada) 36 vosotros decís a Aquel a quien el Padre santificó y envió al mundo, ‘Tu estás blasfemando”, porque yo dije, “Yo soy el Hijo de Dios’? (Juan 10: 34-36, NKJV siempre, a menos que se indique otra cosa).
Y esto se estaba refiriendo no sólo a Su deidificación puesto que Él citó del Salmo 82: 6 que también está en plural:
6 Yo dije, “Vosotros sois dioses, y todos vosotros sois hijos del Altísimo…” (Salmos 82: 6).
Dios quiere descendencia divina, y por eso es que Dios creó a los humanos macho y hembra y creó el matrimonio, como el Profeta Malaquías fue inspirado a escribir:
14 …ella es vuestra compañera y vuestra esposa por pacto. 15 ¿Pero no los hizo Él uno, teniendo un remanente del Espíritu? ¿Y por qué uno? Él busca descendencia espiritual. (Malaquías 2: 14-15).
Pablo también enseñó que nosotros somos descendencia de Dios:
28 pues en Él nosotros vivimos y nos movemos y tenemos nuestro ser, como también algunos de vuestros poetas han dicho, ‘Pues nosotros también somos Su descendencia’. 29 Por lo tanto, puesto que nosotros somos la descendencia de Dios, nosotros no debemos pensar que la Naturaleza Divina es como el oro o la plata o la piedra, o algo que es modelado por el arte y el ingenio del hombre. (Hechos 17: 28-30).
Adicionalmente acerca de los cristianos reales, el apóstol Pablo específicamente enseñó que “nosotros tenemos la mente de Cristo” (1 Corintios 2: 16) –nosotros obramos y nos esforzamos para tener más de eso.
Pablo escribió que Jesús iba a ser el primogénito de muchos hermanos:
29 Pues a quien Él conoció primero, Él también predestinó a estar conformado a la imagen de Su Hijo, para que Él pudiera ser el primero entre muchos hermanos (Romanos 8: 29).
Note que habría MUCHOS hermanos (ver también Oferta Universal de Salvación: Hay cientos de versículos en la Biblia que apoyan la doctrina de la verdadera Apocatastasis). La oferta de salvación y deidificación no va a estar limitada sólo a unos pocos (Lucas 3: 6; si bien la mayoría no recibirá su oportunidad en esta era, cf. Mateo 7: 13-14).
Como Dios es nuestro Padre, nosotros vamos a estar “conformados a la imagen de Su Hijo”, Jesús es Dios, Jesús es nuestro hermano, ¿No vamos a estar nosotros en la familia de Dios y a ser verdaderamente deidificados?
Adicionalmente, la Biblia enseña que “Dios es amor” (1 Juan 4: 8, 16). El amor es todo lo que es la vida (vea también ¿Cuál es el significado de la vida?).
Los cristianos han de mostrar el amor de Dios hacia su prójimo y de esforzarse por ser perfectos como Dios es perfecto:
43 “Ustedes han oído que fue dicho, ‘Ustedes deberán amar a su prójimo y odiar a sus enemigos’. 44 Pero yo les digo a ustedes, amen a sus enemigos, bendigas a los que los maldicen, hagan bien a aquellos que los odian, y oren por aquellos que con resentimiento los usan y persiguen a ustedes, 45 para que ustedes puedan ser hijos de su Padre en los cielos; pues Él hace que Su sol salga sobre el bueno y sobre el malo, y envía la lluvia sobre el justo y el injusto. 46 Pues si ustedes aman a aquellos que los aman a ustedes, ¿Qué retribución tienen ustedes? ¿No hacen acaso lo mismo los recaudadores de impuestos? 47 Y si ustedes aman sólo a sus hermanos, ¿Qué hacen ustedes más que los demás? ¿No hacen acaso así los recaudadores de impuestos? 48 Por lo tanto ustedes sean perfectos, tal como su Padre en los cielos es perfecto. (Mateo 5: 43-48).
Los cristianos han de vivir como Dios los quiere y han de tener el amor de Dios (ver también Vivir como un cristiano: ¿Cómo y por qué? y aquí está también un video de YouTube relacionado con eso también llamado Vivir como un cristiano: ¿Cómo y por qué?).
Dios es también santo y Su pueblo ha de serlo también:
15 Pero como Aquel que los llamó a ustedes es santo, ustedes tambien sean santos en toda su conducta, 16 porque está escrito, “Sed santos, pues yo soy santo”. (1 Pedro 1: 15-16).
Note que lo que sucedió con Jesús se supone que nos suceda a nosotros:
20 Pero ahora Cristo está levantado de los muertos, y se ha convertido en los primeros frutos de aquellos que han caído dormidos. 21 Pues puesto que por el hombre vino la muerte, por El Hombre también vino la resurrección de los muertos. 22 Pues como en Adán todos mueren, acaso así en Cristo todos serán hechos vivos. 23 Pero cada uno en su propio orden: Cristo los primeros frutos, después de eso aquellos que son de Cristo a Su venida (1 Corintios 15: 20-23).
18 Por Su propia voluntad Él nos trajo por la palabra de verdad, para que nosotros pudiéramos ser una especie de primeros frutos de Sus criaturas (Santiago 1: 18).
4 Estos fueron redimidos entre los hombres, siendo los primeros frutos para Dios y para el Cordero (Apocalipsis 14: 4).
16 Pues si el primer fruto es santo, la masa también es santa; y si la raíz es santa, así también lo son las ramas (Romanos 11: 16).
Los cristianos serán los primeros frutos como Cristo. Como un primer fruto, Cristo es divino.
Note algo que Jesús predicó:
10 Y todos los Míos son Tuyos, y los Tuyos Míos, y yo estoy glorificado en ellos. 11 Ahora yo no estoy más en el mundo, pero estos estan en el mundo, y yo voy a Ti. Padre Santo, guarda en Tu nombre a aquellos a quienes Tú me has dado a mí, para que ellos puedan ser uno como lo somos Nosotros. (Juan 17: 10-11)
Puesto que tanto el Padre como el Hijo son seres divinos, Jesús oró para que Sus seguidores fueran uno como Él y el Padre lo son –lo que significa parte de la familia Dios. Para que ninguno quiera interpretar la escritura anterior como significando algo más, Jesús continuó Su oración y también oró lo siguiente:
20 “Y no oro sólo por estos, sino también por aquellos que creerán en Mí a través de todas sus palabras; 21 para que todos ellos puedan ser uno, como Tu, Padre, estás en Mi, y Yo en Tí; para que ellos también puedan ser uno en Nosotros, para que el mundo pueda creer que Tú me enviaste a Mí. 22 Y la gloria que Tú me diste a Mí Yo se la he dado a ellos, para que ellos puedan ser uno tal como Nosotros somos uno: 23 Yo en ellos, y Tú en Mí; para que ellos puedan ser hechos perfectos en uno, y para que el mundo pueda conocer que Tú me has enviado a Mí, y que yo los he amado a ellos como Tú me has amado a Mí. 24 “Padre, yo deseo que también aquellos que Tú me diste a Mí puedan estar conmigo en donde yo estoy, para que ellos puedan participar de Mi gloria que Tú me has dado a Mí; pues Tú me amaste a Mí antes de la fundación del mundo. 25 Oh Padre justo! El mundo no te ha conocido, pero Yo Te he conocido; y estos han sabido que Tú me enviaste a Mí. 26 Y yo he declarado a ellos Tu nombre, y declararé eso, para que el amor con el cual Tú me amaste a Mí pueda estar en ellos, y yo en ellos.” (Juan 17: 20-26).
Jesús oró para que Sus seguidores se hicieran uno en la misma forma. Él y Su padre son uno. Y ellos son una familia divina.
Además, note que la Biblia enseña que hay toda una familia que es llamada de acuerdo a Dios el Padre, y que nosotros vamos a conocer el amor de Cristo para que nosotros podamos verdaderamente tener la plenitud de Dios:
14 Por esta razón, yo doblo mis rodillas al Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toda la familia en los cielos y en la tierra es nombrada, 16 para que Él les conceda a ustedes, de acuerdo a las riquezas de Su gloria, para que sean fortalecidos con el poder a través de Su Espíritu en el hombre interior, 17 para que Cristo pueda morar en sus corazones a través de la fe; para que ustedes, estando arraigados y fundados en amor, 18 puedan ser capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud y la profundidad y la altura — 19 para conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento; para que ustedes puedan ser llenados con toda la plenitud de Dios. (Efesios 3: 14-19).
Si uno es llenado con “toda la plenitud de Dios”, ¿No sugiere esto que ellos también serán Dios como parte de la Familia de Dios?
El apóstol Pablo también enseñó:
16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, que nosotros somos los hijos de Dios: 17 Y si hijos, entonces herederos; herederos de Dios, y herederos conjuntos con Cristo; si así sea que nosotros sufrimos con él, para que nosotros podamos también ser glorificados juntos (Romanos 8: 16-17, KJV).
17 Ahora el señor es el Espíritu; y donde el Espíritu del Señor está, hay libertad. 18 Pero todos nosotros, con el rostro velado, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, vamos a ser transformados en la misma imagen de gloria en gloria, justo como por el Espíritu del Señor. (2 Corintios 3: 17-18)
18 ‘Yo seré un Padre a ustedes, y ustedes Me serán a Mí como hijos e hijas, Dice el Señor Todopoderoso.’ (2 Corintios 6: 18)
Hagan todas las cosas sin quejarse y disputar, para que ustedes puedan hacerse sin mancha y sin tacha, hijos de Dios sin falta en medio de una generación deshonesta y perversa, entre quienes ustedes brillan como luces en el mundo (Filipenses 2: 14-15)
Note que “los hijos de Dios” van a ser “glorificados juntos” con Cristo como “herederos conjuntos” y van a ser transformados en la misma imagen como Dios. Y Dios será un Padre para Sus hijos e hijas.
El apóstol Juan enseñó:
12 Pero en cuanto muchos lo recibieron a Él, a ellos dio Él el derecho a convertirse en hijos de Dios, a aquellos que creen en Su nombre (Juan 1: 12).
1 He aquí qué manera de amor ha derramado el Padre sobre nosotros, para que nosotros seamos llamados hijos de Dios! 2 Por lo tanto el mundo no nos conoce, puesto que no lo conoció a Él. Amados, nosotros somos ahora los hijos de Dios (1 Juan 3: 1-2a).
Los hijos de las personas son personas, los hijos de las vacas son vacas. ¿Qué son los hijos de Dios?
El apóstol Pedro enseñó la deidificación:
3 Su divino poder nos ha dado a nosotros todas las cosas que pertenecen a la vida y a la santidad, a través del conocimiento de Aquél que nos llamó por gloria y virtud, 4 por lo cual nos han sido dadas a nosotros excesivamente grandes y preciosas promesas, para que a través de estas ustedes puedan ser partícipes de la naturaleza divina (2 Pedro 1: 3-4).
¿No están aquellos que son “partícipes de la naturaleza divina” de alguna manera deidificados? Y participar plenamente de esta naturaleza no sucede hasta después de la resurrección (cf. 1 Corintios 15: 50-53).
Gobernar el universo es parte de su destino
Si usted responde apropiadamente a Dios (sea en esta era, o si es aplicable, en la era por venir), entonces gobernar la creación, el universo es parte de su destino. Note:
21 …la creación misma también será liberada de la esclavitud de la corrupción a la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 22 Pues nosotros sabemos que toda la creación gime y se angustia con dolores de parto hasta ahora. (Romanos 8: 21-22)
Como herederos conjuntos con Cristo, los humanos convertidos resucitados van a gobernar el universo:
2: 5 Pues Él no ha puesto el mundo por venir, del cual nosotros hablamos, en sujeción a los ángeles. 6 Pero alguno testificó en cierto lugar, diciendo:
“¿Qué es el hombre para que Tú lo recuerdes a él? ¿O el hijo del hombre para que Tú tengas cuidado de él? 7 Tú lo has hecho a él un poco más bajo que los ángeles; tú lo has coronado a él con gloria y honor y lo has puesto a él sobre las obras de Tus manos. 8 Tú has puesto todas las cosas en sujeción bajo sus pies.”
Puesto que al poner Él todo en sujeción bajo él, Él no dejó nada que no estuviera puesto bajo él. Pero nosotros no vemos todavía todas las cosas puestas bajo él. 9 Pero nosotros vemos a Jesús, quien fue hecho un poco más bajo que los ángeles, por el sufrimiento de la muerte coronado con gloria y honor, para que Él, por la gracia de Dios, pudiera gozar la muerte por todos.
10 Pues era apropiado para Aquel, por quien son todas las cosas y para quien son todas las cosas, al traer tantos hijos a la gloria, hacer [como] el capitán de la salvación de ellos perfecta a través de sufrimientos. 11 Pues tanto Aquél que santifica y aquellos que están siendo santificados son todos de uno, por cuya razón Él no está avergonzado de llamarlos a ellos hermanos, 12 diciendo:
“Yo declararé Tu nombre a Mis hermanos; en medio de la asamblea yo cantaré alabanza a Tí.”
13 Y de nuevo:
“Yo pondré Mi confianza en Él.”
Y de nuevo:
“Aquí estoy yo y los hijos a quienes Dios me ha dado a mí”.
14 En tanto que entonces como los hijos han participado de la carne y de la sangre, Él Mismo de igual manera compartió lo mismo, para que a través de la muerte Él pudiera destruir a aquél que tenía el poder de la muerte, esto es, al diablo, 15 y liberar a aquellos que a través del temor de la muerte estaban todo su tiempo de vida sujetos a esclavitud. 16 Pues ciertamente Él no da ayuda a los ángeles, sino que Él da ayuda a la simiente de Abraham. 17 Por lo tanto, en todas las cosas Él tenía que ser hecho como Sus hermanos, para que Él pudiera ser un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel en cosas que corresponden a Dios, para hacer propiciación por los pecados de la gente. 18 Pues en eso Él Mismo ha sufrido, siendo tentado, Él es capaz de ayudar a aquellos que son tentados.
3: 1 Por lo tanto, hermanos santos, que comparten el llamado celestial, consideren al Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra confesión, Cristo Jesús, 2 quien fue fiel a Aquel que lo escogió a Él, como Moisés también fue fiel en toda Su casa. 3 Pues este Uno ha sido contado digno de más gloria que Moisés, en tanto que Aquel que construyó la casa tiene más honor que la casa. 4 Pues toda casa es construida por alguien, pero Aquel que construyó todas las cosas es Dios. 5 Y Moisés ciertamente fue fiel en Toda su casa como un siervo, por un testimonio de aquellas cosas que serían habladas después, 6 pero Cristo como un Hijo sobre Su propia casa, en cuya casa nosotros estamos si nosotros retenemos la confianza y el regocijo de la esperanza firme hasta el fin. (Hebreos 2: 5-3:6)
Gobernar el universo es parte del destino que Dios tiene guardado para el vasto grueso de la humanidad.
La deidificación y el destino humano
La Biblia hace claro que el plan de Dios incluía hacer a los humanos a la imagen de Dios y que finalmente el universo sería puesto bajo el control de humanos deidificados. Y casi todos los humanos que vivieron finalmente serán convertidos después de que a ellos les haya sido verdaderamente ofrecido la salvación (ver Oferta Universal de Salvación: Hay cientos de versículos en la Biblia que apoyan la doctrina de la verdadera Apocatastasis). La deidificación y gobernar el universo serán el destino del grueso de la humanidad.
Pero es necesario señalar que justo como el Hijo está sujeto al Padre, los cristianos no estarán por encima ni del Padre ni del Hijo. El Padre es mayor que el Hijo (Juan 14: 28) y ambos serán siempre más grandes que los cristianos nacidos del espíritu. Jesús también es Rey de Reyes (Apocalipsis 19: 16) y Sumo Sacerdote (Hebreos 6: 20), de esta forma Él estará siembre por encima de los humanos deidificados.
También, mientras que Dios es eterno (Deuteronomio 33: 27), todos los humanos han tenido un comienzo y de esta manera siembre habrán estado alrededor por un tiempo finito. De esta forma, la deidificación no significa que los cristianos serán verdaderamente iguales a Dios, pero serán Sus verdaderos hijos e hijas (sin asuntos de género).
La Biblia enseña la deidificación desde el Génesis hasta el Apocalipsis. si uno simplemente cree lo que la Biblia está enseñando realmente. Y aquellos que profesaron a Cristo en las primeras centurias después de Su resurrección también enseñaron eso. Como algunos otros desde entonces.
Y la Continuación de la Iglesia de Dios enseña eso hoy. La opinión de que Jesús se hizo humano para que los humanos pudieran estar en la familia de Dios y gobernar en el Reino de Dios no es una opinión de culto, sino que es una opinión bíblica e histórica.