Día de memoria y guerra
Tumba del soldado desconocido
COGwriter
Hoy, muchos en los EE.UU. observan el ‘Día de Memoria’. Era originalmente conocido como ‘Decoration Day’. Él comenzó después de la Guerra Civil americana para conmemorar a los soldados de la Unión y los Confederados que murieron en la Guerra Civil. En el siglo 20, el Día de Memoria fue extendido para honrar a todos los americanos que han muerto durante el servicio militar.
Un lector me envió a mí un enlace al siguiente artículo acerca de él:
Día de Memoria un tiempo para cuestionar la guerra…
Es apropiado guardar respeto a aquellos que hicieron el último sacrificio por el resto de nosotros. El Día de Memoria también debería ser un tiempo de reflexión sobre cuándo es moral para los Estados Unidos ir a la guerra y cómo, si está permitido, debería el país conducir la guerra.
La guerra es desagradable. En estos días de cubrimiento superficial de noticias saneada, el real horror de la guerra raramente nos confronta con la terrible muerte que ella impone sobre los hombres, soldados y civiles por igual, y los daños por mutilación, física y psicológica, que ella detrás en su despertar…
Por siglos, los líderes religiosos y los filósofos morales han aclarado principios morales para comenzar una “guerra justa”. Las elecciones entre guerra y paz involucran no sólo opciones militares y políticas, sino también cuestiones morales.
El concepto de ‘guerra justa’, en un mayor grado, está basado en los escritos del teólogo católico Tomás de Aquino, y era un término usado por los primeros seguidores de Martín Lutero. En el siglo 16, los seguidores de Martín Lutero condenaban a aquellos que no creían que los cristianos fueran a ser soldados (ver Servicio Militar y las Iglesias de Dios: ¿Participan los cristianos reales en la guerra humana?).
Algunos han sugerido que la Rusia de Putin desea comenzar otra guerra mundial (III Guerra Mundial: Pasos en progreso).
En cuando hace a la guerra, ella será eliminada por la fase final del Reino de Dios. Note lo que la Biblia enseña:
2 Acontecerá en los últimos días que el monte de la casa de Jehovah será establecido como cabeza de los montes, y será elevado más que las colinas; y correrán a él todas las naciones. 3 Muchos pueblos vendrán y dirán: “Venid, subamos al monte de Jehovah, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros caminemos por sus sendas.” Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehovah. 4 El juzgará entre las naciones y arbitrará entre muchos pueblos. Y convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra. (Isaías 2: 2-4)
1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe más. 2 Y yo vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén que descendía del cielo de parte de Dios, preparada como una novia adornada para su esposo. 3 Oí una gran voz que procedía del trono diciendo: “He aquí el tabernáculo de Dios está con los hombres, y él habitará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. No habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas ya pasaron.” 5 El que estaba sentado en el trono dijo: “He aquí yo hago nuevas todas las cosas.” Y dijo: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.” (Apocalipsis 21: 1-5)
Así, como muchos recuerdan a los soldados que murieron en la guerra hoy, los cristianos pueden mirar al tiempo en que no habrá más guerra ni dolor de guerra.