Cristianismo judío o gentil: ¿Cuál enseñan los eruditos católicos romanos que fue la fe original?

Cristianismo judío o gentil: ¿Cuál enseñan los eruditos católicos romanos que fue la fe original?

COGwriter

¿Era la iglesia cristiana originalmente greco-romana-gentil o se parecía ella a un cristianismo judío?

¿Fue conducida la primera iglesia cristiana por un pontífice desde Roma?

Si el apóstol Pedro http://www.cogwriter.com/peter.htm fue el líder primario de la Iglesia de Dios cristiana original, entonces ¿Fue su sucesor Linus http://www.cogwriter.com/news/church-history/jewish-or-gentile-christianity-which-do-roman-catholic-scholars-teach-was-the-original-faith/linus.htm o tendría más sentido que lo fuera el apóstol Juan http://www.cogwriter.com/john.htm?

Muchos estarían sorprendidos de lo que los eruditos católicos romanos admiten y enseñan acerca de la historia de la primera iglesia.

Por ejemplo, ¿Sabía usted que fue escrito por el finado cardenal del siglo 20 Jean-Guenolé-Marie Daniélou que la historia de la iglesia ha sido generalmente enseñada mal y que ha omitido muchos aspectos de lo que él llamaba el cristianismo judío? Él específicamente escribió que esto ha llevado a un “falso retrato de historia cristiana” (Daniélou J, Cardenal. La Teología del Cristianismo Judío. Traducido por John A. Baker. The Westminster Press, 1964, Philadelphia, p. 2).

Y aunque hay problemas con aspectos de su investigación, él estaba en lo correcto sobre que la vasta mayoría no ha enseñado apropiadamente la verdad de la historia de la iglesia y ha pasado por alto el cristianismo que es más “judío” que el aceptado por la mayoría de la corriente principal de iglesias. Tristemente en el siglo 21, muchos parecen preferir la falsa versión de la historia que la verdadera.

La opinión del Cardenal Daniélou es también consistente con el siguiente escrito del ‘padre de la historia de la iglesia’ católico Eusebio:

2. Pero yo he aprendido esto mucho de escritos, que hasta el sitio de los judíos, que tuvo lugar bajo Adriano, hubo quince obispos en sucesión allí, de todos los cuales se ha dicho que eran de ascendencia hebrea, y habían recibido el conocimiento de Cristo en pureza, así que ellos fueron aprobados por aquellos que podían juzgar en tales asuntos, y eran profundamente dignos del episcopado. Pues su iglesia entera consistía entonces de hebreos creyentes que continuaron desde los días de los apóstoles hasta el sitio que tuvo lugar en ese tiempo; en el cual sitio los judíos, después de haberse rebelado de nuevo contra los romanos, fueron conquistados tras severas batallas.

3. Pero puesto que los obispos de la circuncisión cesaron en este tiempo, es apropiado dar aquí la lista de sus nombres desde el comienzo. El primero, entonces, fue Santiago, el llamado hermano del Señor; el segundo, Simeón; el tercero, Justo; el cuarto, Zaqueo; el quinto, Tobías; el sexto, Benjamín; el séptimo, Juan; el octavo, Matías; el noveno, Felipe; el décimo, Séneca; el undécimo, Justo; el duodécimo, Leví; el decimotercero, Efres; el decimocuarto, José; y finalmente, el decimoquinto, Judas.

4. Estos son los obispos de Jerusalén que vivieron entre la edad de los apóstoles y el tiempo al cual se ha hecho referencia, todos ellos pertenecientes a la circuncisión. (Eusebius. Church History, Book IV, Chapter 5. Translated by Arthur Cushman McGiffert. Excerpted from Nicene and Post-Nicene Fathers, Series Two, Volume 1. Edited by Philip Schaff and Henry Wace. American Edition, 1890. Online Edition Copyright © 2004 by K. Knight).

Note que estos primeros obispos “recibieron el conocimiento de Cristo en pureza”, de ahí que sus enseñanzas deberían haber continuado. Sin embargo, esto no duró puesto que esta iglesia fue eliminada después de tuvo lugar una toma latina.

¿Qué hay acerca de una sucesión apostólica en Roma?

La Iglesia de Roma enseña:

…que Pedro fundara la Iglesia en Antioquía, indica el hecho de que él laboró un largo período allí, y también quizás que él moraba allí hacia el final de su vida… Es también probable que Pedro prosiguiera sus labores apostólicas en varios distritos en Asia Menor pues escasamente puede suponerse que todo el período entre su liberación de la prisión y el Concilio de los Apóstoles fuera pasado ininterrumpidamente en una ciudad, fuera Antioquía, Roma o cualquiera otra… Pedro retornó ocasionalmente a la Iglesia Cristiana original de Jerusalén… La fecha de la muerte de Pedro no ha sido de esta manera todavía decidida; el período entre juuio, 64 (comienzo de la persecución de Nerón), y el comienzo de 68  (Kirsch J.P. Transcribed by Gerard Haffner. St. Peter, Prince of the Apostles. The Catholic Encyclopedia, Volume XI. Copyright © 1911 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by Kevin Knight. Nihil Obstat, February 1, 1911. Remy Lafort, S.T.D., Censor Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

No es bíblicamente claro que Pedro fundara la iglesia en Antioquía (Esteban o Barnabás parecen más probables, ver Hechos 11: 19-22), pero él probablemente pasó mucho de su tiempo allí en Antioquía (Gálatas 2: 11). Sin embargo, es claro incluso desde la historia católica que Pedro pasó poco tiempo en Roma y de esta manera no fijó su residencia allí. Incluso si bien algunos eruditos como J.P. Kirsch creen que Pedro fue a Roma, en La Enciclopedia Católica, incluso él admite esto acerca de Pedro,

…nosotros no poseemos ninguna información precisa con respecto a los detalles de su viaje a Roma  (Kirsch J.P. Transcribed by Gerard Haffner. St. Peter, Prince of the Apostles. The Catholic Encyclopedia, Volume XI. Copyright © 1911 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Nihil Obstat, February 1, 1911. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Ninguna información precisa significa que la Iglesia Romana se ha apoyado esencialmente en relatos, casi todos los cuales fueron escritos más de 100 años después de la muerte de Pedro, que dicen que él estaba en Roma y/o murió en Roma. Esto es especialmente cierto porque los relatos bíblicos nunca especifican Roma y aquellos que especifican localizaciones de Pedro apuntan a Asia Menor y Jerusalén.

Hipólito, considerado por los eruditos católicos romanos, como uno de sus mayores primeros teólogos, escribió:

Pedro predicó el Evangelio en Pontus, y Galacia, y Capadocia, y Betania, e Italia; y Asia (Hipólito. Sobre los Doce Apóstoles. Dónde predicó cada uno de ellos, y dónde encontraron su fin. Extraído de Padres Ante-Nicenos, Vollumen 5. Editado por Alexander Roberts & James Donaldson. Edición Americana, 1886. Online Edicion Copyright © 2005 by K. Knight).

Así ncluso estos relatos romanos sugieren que Pedro no podría haber estado mucho tiempo en Roma (y la evidencia bíblica, Hechos 3: 1-11; 4: 13; 8: 14; Gálatas 2: 9, sugiere que él estaba a menudo con el apóstol Juan http://www.cogwriter.com/john.htm). Una lectura cuidadosa de 2 Pedro 1 : 14-18 y Mateo 17: 1-5 indica que Pedro estaba con Santiago o Juan justo antes de que él muriera. No obstante, puesto que Santiago murió en Judea (Hechos 12: 1) para 39 D.C. y no hay ninguna evidencia de que Juan estuviera en Roma antes de 90 D.C., esto sugeriría que Pedro NO estaba en Roma cuando él escribió que “el dejar mi tabernáculo está a la mano” (2 Pedro 1: 14, RNT) – para más información sobre la muerte y el entierro de Pedro, incluyendo información de eruditos católicos (tales como el erudito católico Antonio Ferrúa quien está acreditado por encontrar el cuerpo de Pedro, pero más tarde afirmó que él no creía que él encontrara a Pedro), ver el artículo El apóstol Pedro.

Así la declaración “La historia cristiana primitiva nos dice que antes de su muerte, él fijó su residencia en Roma” parece bíblica e históricamente falsa.

De manera interesante, cuando se dirigía personalmente al liderazgo de los cristianos que vivían en Roma, Pablo nunca mencionó a Pedro o a ninguno que se dijera posteriormente que era obispo romano, incluso si bien él hizo la lista de otros 27 (ver Romanos 16).

El artículo de La Enciclopedia Católica acerca de la Carta a los Romanos menciona esto acerca de que Pablo no mencionara a Pedro:

El completo silencio en cuanto a San Pedro es más fácilmente explicado suponiendo que él estuviera ausente de Roma. Pablo puede muy bien haber estado consciente de este hecho, pues la comunidad no le era completamente ajena a él. Una epístola como la presente difícilmente habría sido enviada mientras el Príncipe de los Apóstoles estuviera en Roma y la referencia al gobernador (xii, ocho) sería entonces difícil de explicar. Pablo probablemente supone que durante los meses entre la composición y la llegada de la Epístola, la comunidad habría estado más o menos librada a sus propios recursos. (Merk A. Transcribed by W.G. Kofron. Epistle to the Romans. The Catholic Encyclopedia, Volume XIII. Copyright © 1912 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Nihil Obstat, February 1, 1912. Remy Lafort, D.D., Censor Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Otra explicación es que Pedro simplemente no estuvo en Roma lo suficientemente largo para que Pablo o cualquier otro escritor temprano considerara que Pedro era realmente el obispo de Roma.

Note que toma MESES desde cuando Pablo podría haber escrito la epístola y que ella llegara a Roma. ¿Cómo podría Pablo posiblemente haber asumido que Pedro no estaba en Roma entonces y no estar en ella por meses? Sólo porque él sabía que Pedro no era algún tipo de obispo de Roma! Porque si Pedro fuera el obispo de Roma, Pablo se habría más probablemente referido a él o a su ausencia en esta epístola, puesto que en algún tiempo él habría esperado que Pedro la leyera en Roma. Pero esto nunca tuvo lugar. Puesto que se cree que “Romanos fue escrita probablemente en el otoño de 57 D.C.” (The Nelson Study Bible, New King James Version. Thomas Nelson Publishers, Nashville, 1997, p. 1876), es más probable que Pedro no hubiera incluso estado en Roma (puesto que haasta al menos 54 D.C. él había tenido encuentros en Jerusalén – ver abajo).

Eamon Duffy, un erudito católico y miembro de la Comisión Histórica Pontificia, observó:

La epístola de Pablo a los Romanos fue escrita antes de que él o Pedro incluso pusiera pie en Roma, a una comunidad cristiana ya en existencia (Duffy, Eamon. Saints & Sinners: A History of the Popes. Yale University Press, New Haven (CT), 2002, p.8).

Algunos eruditos católicos modernos han admitido que Pedro y los demás apóstoles no fueron ‘obispos’, y no podrían haber tomado residencia en ninguna ciudad:

Un “obispo” es un pastor residencial que preside de una manera estable sobre la iglesia en una ciudad y sus alrededores. Los apóstoles eran misioneros y fundadores de iglesias; no hay ninguna evidencia, ni es ello enteramente probable en absoluto, de que alguno de ellos tomara residencia permanente en una iglesia particular como su obispo.  (Sullivan F.A. From Apostles to Bishops: the development of the episcopacy in the early church. Newman Press, Mahwah (NJ), 2001, p. 14).

Las fuentes católicas citadas muestran que la Iglesia de Roma reconoce que Pedro laboró largo tiempo en Asia Menor (por lo tanto, él no podía verdaderamente haber sido el obispo de Roma entonces puesto que ellos estaban completamente aparte -normalmente se requerían MESES para viajar desde Roma hasta Asia Menor en aquellos días, además no había teléfono o formas rápidas de comunicación), tendía a retornar a Jerusalén (que está cerca de Asia Menor), pasó poco tiempo en Roma, no podía haber sido el obispo de ninguna ciudad, y que no hay ningún dato preciso de alguna cosa que Pedro hiciera en Roma. Aunque es posible que Pedro visitara a e incluso muriera en Roma (y esto ha sido cuestionado por algunos eruditos), eso por sí mismo no parecería ser una razón para que la ciudad de Roma tuviera que ser la sede central de la verdadera iglesia.

Tampoco hay ningún documento temprano conocido que afirme que a su muerte Pedro transmitió la cathedra a alguno (recuerdo también que el propio Jesús murió en Jerusalén, y la importancia de Su muerte para la Iglesia es más importante que la de Pedro). Cuando Jesús se ocupó de las llaves del reino (Mateo 16) con Pedro, esto era en el área de Jerusalén. Cuando el Espíritu Santo fue dado en Hechos 2, esto fue en Jerusalén. Posteriormente, Pedro y los demás apóstoles pasaron un gran tiempo en Asia Menor.

Adicionalmente, Roma era un área gentil, no llena de israelitas circuncidados.

¿Quién enseña la Biblia que tenía esa responsabilidad? Miremos lo que Pablo escribió:

7 Más bien, al contrario, cuando vieron que me había sido confiado el evangelio para la incircuncisión igual que a Pedro para la circuncisión 8 —porque el que actuó en Pedro para hacerle apóstol de la circuncisión actuó también en mí para hacerme apóstol a favor de los gentiles—, (Gálatas 2: 7-8)

Así, no parece que Pedro fuera considerado ser el obispo de Roma durante el tiempo de vida de Pablo (y ambos murieron casi al mismo tiempo) puesto que Roma era claramente un área gentil. Si Pedro, y sólo él, tenía las llaves, el hecho de que, de acuerdo a La Enciclopedia Católica “Pedro prosiguiera sus labores apostólicas en varios distritos de Asia Menor” muestra que PEDRO NO PODRÍA HABER SIDO EL OBISPO DE ROMA POR MUCHO DEL TIEMPO QUE ÉL “TENÍA LAS LLAVES”! ES UN HECHO ABSOLUTO QUE PEDRO NO FUE EL OBISPO DE ROMA EMPEZANDO CON EL COMIENZO DE LA IGLESIA DEL NUEVO TESTAMENTO que comenzó en Pentecostés después de que Jesús fue resucitado (Hechos 1-2) NI PODRÍA PEDRO POSIBLEMENTE HABER SIDO OBISPO DE ROMA POR MUCHO DE LOS MÁS DE TREINTA AÑOS DESPUÉS DE ESE TIEMPO PUESTO QUE ÉL VIAJÓ DENTRO DE ASIA MENOR Y A JERUSALÉN REPETIDAMENTE.

Roma simplemente no está lo suficientemente cerca de Asia Menor o Jerusalén para que Pedro hubiera estado basado fuera de Roma. Así Antioquía u otras regiones dentro de Asia Menor parecerían haber sido las principales áreas en que Pedro posiblemente podría haber tenido un episcopado. Realmente, el libro de Gálatas específicamente menciona que Pablo visitó a Pedro en dos ocasiones, y en ambas eso fue en Jerusalén y no en Roma. ¿Por qué? Porque Roma todavía no era la sede central de la Iglesia en un tiempo muy posterior en la vida de Pedro. Esto está claramente documentado en la Biblia.

15 Pero cuando Dios—quien me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia— tuvo a bien 16 revelar a su Hijo en mí para que yo lo anunciase entre los gentiles, no consulté de inmediato con ningún hombre 17 ni subí a Jerusalén a los que fueron apóstoles antes que yo, sino que partí para Arabia y volví de nuevo a Damasco. 18 Luego, después de tres años, subí a Jerusalén para entrevistarme con Pedro y permanecí con él quince días. (Gálatas 1: 15-18)

21 Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia. 22 Y yo no era conocido de vista por las iglesias de Judea, las que están en Cristo. (Gálatas 1: 21-22)

1 Luego, después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén, junto con Bernabé, y llevé conmigo también a Tito. 2 Pero subí de acuerdo con una revelación y les expuse el evangelio que estoy proclamando entre los gentiles. Esto lo hice en privado ante los de reputación, para asegurarme de que no corro ni he corrido en vano. 3 Sin embargo, ni siquiera Tito quien estaba conmigo, siendo griego, fue obligado a circuncidarse, 4 a pesar de los falsos hermanos quienes se infiltraron secretamente para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de reducirnos a esclavitud. 5 Ni por un momento cedimos en sumisión a ellos, para que la verdad del evangelio permaneciese a vuestro favor. 6 Sin embargo, aquellos que tenían reputación de ser importantes—quiénes hayan sido en otro tiempo, a mí nada me importa; Dios no hace distinción de personas— a mí, a la verdad, los de reputación no me añadieron nada nuevo. 7 Más bien, al contrario, cuando vieron que me había sido confiado el evangelio para la incircuncisión igual que a Pedro para la circuncisión 8 —porque el que actuó en Pedro para hacerle apóstol de la circuncisión actuó también en mí para hacerme apóstol a favor de los gentiles—, 9 y cuando percibieron la gracia que me había sido dada, Jacobo, Pedro y Juan, quienes tenían reputación de ser columnas, nos dieron a Bernabé y a mí la mano derecha en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles y ellos a los de la circuncisión. (Gálatas 2: 1, 9)

¿Qué significa todo eso? De acuerdo a La Enciclopedia Católica,

La conversión de Pablo no fue antes de 34, ni su huída de Damasco y su primera visita a Jerusalén, antes de 37 (San Pablo. Enciclopedia Católica, 1911)

Así, la fecha más temprana posible para que Pablo hubiera hecho su segunda visita registrada a Jerusalén con Pedro fue 54 D.C. (3 años más 17 años más 34 D.C., y eso puede haber sido más tarde, como 57 D.C.). Y desde allí, Pedro dijo a Pablo que fuera a los gentiles de nuevo. Por tanto Pedro no podría haberse convertido en el apóstol de los gentiles en Roma hasta mucho después (si es que lo fue en absoluto)! De manera interesante, La Enciclopedia Católica admite,

Es comparativamente raro que los Padres, cuando hablaban del poder de las llaves, hicieran alguna referencia a la supremacía de San Pedro (Joyce G.H. Transcribed by Robert B. Olson. Power of the Keys. The Catholic Encyclopedia, Volume VIII. Copyright © 1910 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Nihil Obstat, October 1, 1910. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Note también lo siguiente de un sacerdote y erudito católico:

La concesión del poder de las llaves del reino seguramente sugiere la imposición de una medida de autoridad, dado el simbolismo de las llaves, pero no hay ninguna indicación explícita de que la autoridad conferida significara que iba a ser ejercida sobre otros, mucho menos que ella tuviera que ser absolutamente de clase monárquica… En Hechos, de hecho, Pedro es mostrado consultando con otros apóstoles, e incluso siendo enviado por ellos (8: 14). Él y Juan son retratados como actuando como un equipo (3: 1-11; 4: 1-22; 8: 14). Y Pablo confronta a Pedro por su inconsistencia e hipocresía… Pablo “se opuso a él de frente porque él estaba claramente equivocado” (Gálatas 2: 11; ver también 12-14) (Joyce G.H. Transcribed by Robert B. Olson. Power of the Keys. The Catholic Encyclopedia, Volume VIII. Copyright © 1910 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Nihil Obstat, October 1, 1910. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Note que incluso tradiciones de los primeros escritos católicos no enseñan que a Pedro le fuera dada la autoridad sola como anotó el devoto historiador católico von Dollinger:

De todos los Padres que interpretan estos pasajes (Mateo 16: 18; Juan 21: 17), ni uno soloo los aplica a los obispos romanos como sucesores de Pedro. Cuántos Padres se han ocupado a sí mismos con estos tres textos, no obstante ninguno de ellos cuyos comentarios poseemos – Orígenes, Crisóstomo, Hilario, Agustín, Cirilo, Teodoreto, y aquellos cuyas interpretaciones están coleccionadas en catenas – ha dejado caer la menor sugerencia de que la primacía de Roma sea la consecuencia de la comisión y promesa hecha a Pedro!

Ninguno de ellos ha explicado la roca de fundación sobre la cual Cristo construiría Su Iglesia como el cargo dado a Pedro para ser transmitido a sus sucesores, pero ellos entendían por ello o al propio Cristo, o a la confesión de fe de Pedro en Cristo; a menudo las dos cosas juntas (citado en Hunt D. Una mujer cabalga la Bestia. Harvest House Publishers, Eugene (OR) p. 146).

No fue sino hasta mucho después que la Iglesia Católica Romana decidió que Pedro fue el primer obispo de Roma:

(254-57) …Esteban I parece haber sido el primer papa en haber apelado al clásico texto “tú eres Pedro” en el Evangelio de Mateo (16: 18) como la base para la primacía romana… Pedro no fue considerado como el primer Obispo de Roma hasta el final del siglo segundo o el comienzo del siglo tercero (McBrien, Richard P. Lives of the Popes: The Pontiffs from St. Peter to Benedict XVI. Harper, San Francisco, 2005 updated ed., pp. 27,28).

Por tanto, puede ser que la idea de que Pedro era el único apóstol a través del cual podría ser trazado el liderazgo de la iglesia y que él debe estar en Roma no parece tener mucho apoyo temprano.

Se necesita entender que tan lejos como en el siglo segundo, tanto Ireneo como Tertuliano enseñaban que alguna versión de “sucesión apostólica” ocurrió en áreas distintas de Roma. Adicionalmente, incluso hasta el siglo 21, la Iglesia Católica Romana reconoce la legitimidad de las iglesias de los Ortodoxos Orientales, basadas en ciudades tales como Constantinopla, Jerusalén, y Alejandría que fueron fundadas por alguien distinto del apóstol Pedro (cuya tradición afirma que fueron fundadas por los apóstoles Andrés, Santiago, y el escritor del evangelio, Marcos, respectivamente). Más información puede encontrarse en el artículo ¿Fue Pedro la Roca que recibió sola las llaves del reino? http://www.cogwriter.com/peterkeys.htm

Es importante anotar que algunos eruditos católicos reconocen que no hay ninguna prueba de que alguien fuera realmente considerado ser un obispo en Roma hasta algún tiempo en el siglo segundo. Uno de tales eruditos católicos, A. Van Hove, escribió esto acerca de los primeros obispos:

– Esta autoridad local superior, que era de origen apostólico, fue conferida por los apóstoles sobre un obispado monárquico, tal como es entendido por el término hoy. Esto se prueba primero por el ejemplo de Jerusalén, en donde Santiago, que no era uno de los Doce Apóstoles, tenía el primer lugar, y después de eso por aquellas comunidades en Asia Menor de las cuales habla Ignacio, y en donde, en el comienzo del siglo segundo existía el episcopado monárquico, pues Ignacio no escribe como si la institución fuera una nueva.

En otras comunidades, es cierto, no se hace ninguna mención de un episcopado monárquico hasta la mitad del siglo segundo. The Catholic Encyclopedia, Volume II. Copyright © 1907 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Imprimatur. +John M. Farley, Archbishop of New York)

En otras palabras, si bien hubo obispos en Jerusalén y en Asia Menor en los siglos primero y segundo, no hay ninguna mención de un episcopado monárquico (un obispado) en otros lugares, como Roma, hasta la mitad del siglo segundo.

Adicionalmente, incluso algunos eruditos católicos más recientes entienden que el Nuevo Testamento no suministra ningún apoyo a la idea de que uno de los apóstoles escogiera a alguien para ser “obispo de Roma”.

El consenso de los eruditos es que NO hubo una sucesión apostólica de obispos comenzando desde Pedro en Roma. Y note que de acuerdo a los eruditos católicos romanos, claramente el primer obispo de Roma no lo fue hasta la mitad o segunda mitad del siglo segundo:

SI BIEN LA TRADICIÓN CATÓLICA, COMENZANDO EN el final del siglo segundo y el comienzo del siglo tercero, mira a San Pedro como el primer obispo de Roma y, por lo tanto, como el primer papa, no hay ninguna evidencia de que Pedro estuviera involucrado en el establecimiento inicial de la comunidad cristiana en Roma (ciertamente, la evidencia que hay parecería señalar en la dirección opuesta) o que él sirviera como el primer obispo de Roma. Ni haswta el pontificado de San Pío I en la mitad del siglo segundo (ca. 142- ca- 155) tuvo la Iglesia de Roma una estructura mono-episcopal de gobierno (un obispo como un pastor líder de una diócesis). Aquellos que la tradición católica enlista como inmediatos sucesores de Pedro (Linus, Anacletus, Clemente, et al.) no funcionaron como el único obispo de Roma (McBrien, Richard P. Lives of the Popes: The Pontiffs from St. Peter to Benedict XVI. Harper, San Francisco, 2005 updated ed., p.25).

Para comenzar, de veras, no había ningún ‘papa’, ni obispo como tal, pues la iglesia en Roma fue lenta para desarrollar el cargo de presbítero jefe u obispo… Clemente no hace ninguna afirmación para escribir como obispo… No hay forma segura de establecer una fecha para la cual el oficio de obispo gobernante hubiera emergido en Roma … pero el proceso estaba ciertamente completado para el tiempo de Anicetus en la mitad de los años 150s (Duffy, Eamon. Saints & Sinners: A History of the Popes, 2nd ed. Yale University Press, London, 2001, pp. 9, 10,13).

…nosotros tenemos buenas razones para concluir que para el tiempo de Anicetus (155-66), la iglesia de Roma estaba siendo conducida por un obispo cuyo papel se parecía al de Ignacio o Policarpo (Sullivan F.A. From Apostles to Bishops: the development of the episcopacy in the early church. Newman Press, Mahwah (NJ), 2001, p. 143).

Nosotros debemos concluir que el Nuevo Testamento no suministra ninguna base para la noción de que antes de que los apóstoles murieran, ellos orderaran a un hombre para cada una de las iglesias que ellos fundaron… “¿Hubo un Obispo de roma en el siglo primero? …la evidencia disponible inica que la iglesia en Roma era conducida por un colegio de presbíteros, más bien que por un obispo singular, por al menos algunas décadas del siglo segundo (Sullivan F.A. From Apostles to Bishops: the development of the episcopacy in the early church. Newman Press, Mahwah (NJ), 2001, p. 80,221-222).

Como yo veo el problema y su posible solución, no es una cuestión de sucesión apostólica en el sentido de una cadena histórica de imposición de las manos yendo hacia atrás en los siglos hasta los apóstolels; esta sería una visión muy mecánica e individualista, que a propósito históricamente podría difícilmente ser probada y sostenida. La opinión católica es diferente de semejante actitud individualista y mecánica. Su punto de comienzo es el colegio de los apóstoles como un todo; juntos ellos recibieron la promesa de que Jesucristo estaría con ellos hasta el fin del mundo (Mat. 28, 20). Así tras la muerte de los apóstoles históricos ellos tuvieron otros co-optados que tomaron algunas de sus funciones apostólicas. En este sentido el doto del episcopado se mantiene en sucesión con el todo del colegio de los apóstoles. Permanecer en la sucesión apostólica no es un asunto de una cadena individual histórica sino de una membrecía colegial a un colegio, que como un todo va hacia atrás hasta los apóstoles compartiendo la misma fe apostólica y la misma misión apostólica (Kasper, Cardinal Walter. Keynote speech from the Conference of the Society for Ecumenical Studies, the St. Alban’s Christian Study Centre and the Hertfordshire Newman Association at St. Alban’s Abbey, Hertfordshire, England, on May 17, 2003).

En marzo, 2006, …yo argumenté que la unidad, la unanimidad y la koinonia (comunión) son conceptos fundamentales en el Nuevo Testamento y en la primera Iglesia. Yo argumenté: “Desde el comienzo el cargo episcopal estaba “koinonialmente” o colegiadamente embebido en la comunión de todos los apóstoles; él nunca fue percibido como un cargo para ser entendido o practicado individualmente (Kasper, Cardinal Walter. Cardinal Kasper to Anglican Communion “The Aim of Our Dialogue Has Receded Further”. CANTERBURY, England, JULY 31, 2008 (Zenit.org)).

Estas son admisiones sorprendentes. Estos eruditos católicos están esencialmente admitiendo que no hubo ninguna posible sucesión de obispos comenzando con Pedro en Roma, que NO hubo un obispo que condujera a todo la cristiandad desde el comienzo, sino que la sucesión de un obispo desde el apóstol Juan http://www.cogwriter.com/john.htm hasta Policarpo http://www.cogwriter.com/polycarp.htm ocurrió (y ello ocurrió probablelmente 60 años más temprano). Líderes como el apóstol Juan http://www.cogwriter.com/john.htm y Policarpo http://www.cogwriter.com/polycarp.htm practicaron lo que muchos eruditos católicos consideraron era el cristianismo judío (tal como observar la Pascua http://www.cogwriter.com/passover.htm en el 14o. y no en un domingo).

Cuando Ignacio escribió sus varias cartas al comienzo del siglo segundo, él se refirió a Policarpo como a un obispo y él mencionó obispos en casi todas sus cartas. Sin embargo, en su carta a los romanos él ni se dirigió a algún obispo en particular como líder en Roma, ni se refiere tampoco a ninguno como un obispo en Roma.

Varios escritos católicos sostienen que Hesesippus vino a Roma en la mitad del siglo segundo y preguntó acerca de sus primeros líderes. F.A. Sullivan y R.P. McBrien parecen sugerir que aquellos romanos aparentemente mencionaron nombres de líderes acerca de los cuales ellos habían escuchado (puesto que la mayoría no había tenido contacto directo con ninguno desde el primer siglo) puesto que no había ningún registro temprano de nombres. Puesto que habia, en el tiempo de la visita de Hegesippus, un obispo en Roma y había habido largo tiempo obispos en Jerusalén y en Asia Menor, F.A. Sullivan también sugiere que Hegesippus y escritores posteriores asumieron que los primeros líderes romanos también fueron obispos monárquicos, incluso si bien eso no es considerado haber sido probable.

Aunque ciertamente hubo muchos líderes religiosos en Roma, puesto que la verdadera Iglesia cristiana (de acuerdo a los católicos y a casi todos los que profesan a Cristo) comenzó en Jerusalén en el primer Pentecostés después de la crucifixión de Cristo, es importante darse cuenta de que tanto la Biblia y escritos aprobados por los católicos apoyan la idea de que hubo verdaderas iglesias en la región a la que la Biblia se refiere como Asia Menor (casi toda la cual es ahora parte del país de Turquía).

Cuando el apóstol Juan, por ejemplo, escribió el Libro de Apocalipsis, él era el último de los 12 apóstoles originales que quedaba con vida (y como un apóstol él TAMBIÉN habría sido parte de la fundación de la iglesia como lo enseña Efesios 2: 19-22). Y él específicamente dirigió Apocalipsis “a las siete iglesias que están en Asia” (Apocalipsis 1: 4), y posteriormente hizo la lista de esas siete (vs. 1: 11) todas las cuales estaban en Asia Menor (aquí está un artículo sobre Las Siete Iglesias de Apocalipsis). Él también nunca se dirigió positivamente a la iglesia en Roma en ése o en algún otro de sus escritos conocidos (ni, excepto en el relato de su evangelio, mencionó nunca a Pedro). Adicionalmente, La Enciclopedia Católica registra esto acerca de Juan,

Juan tuvo una posición prominente en el cuerpo apostólico… el apóstol y evangelista Juan vivió en Asia Menor en las últimas décadas del siglo primero y desde Éfeso había guiado a las iglesias de esa provincia  (Fonck L. Transcribed by Michael Little. St. John the Evangelist. The Catholic Encyclopedia, Volume VIII Copyright © 1910 by Robert Appleton Company Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight Nihil Obstat, October 1, 1910. Remy Lafort, S.T.D., Censor Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Pero no hay ninguna razón escritural para pensar que Juan sólo considerara que las iglesias en Asia Menor estaban bajo su liderazgo. Realmente, en una de sus cartas, Juan también escribió “a la señora elegida y a sus hijos” (2 Juan 1) – lo que parece ser una referencia a toda la iglesia (ver también Apocalipsis 12: 17). Por tanto él sentía que él tenía una posición de liderazgo relacionada con toda la iglesia, no sólo con aquellos en Asia Menor.

Esto también parece estar confirmado por esta cita que Eusebio registra:

Coja y lea el relato que rima como sigue: “Escuchen una historia, que no es sólo una mera historia, sino una narrativa concerniente a Juan el apóstol, que ha sido entregada y atesorada en memoria. Pues cuando, después de la muerte del tirano, él retornó de la isla de Patmos a Éfeso, él fue por invitación a los territorios vecinos de los gentiles, para escoger obispos en algunos lugares, en otros lugares para poner en orden iglesias enteras, en otras partes para escoger para el ministerio a algunos de aquellos que fueron escogidos por el Espíritu…” (Eusebius. Church History, Book III, Chapter 23. Translated by the Rev. Arthur Cushman McGiffert. Excerpted from Nicene and Post-Nicene Fathers, Series Two, Volume 1. Edited by Philip Schaff and Henry Wace. American Edition, 1890. Online Edition Copyright © 2004 by K. Knight).

Refiriéndose a los escritos de Ireneo, Eusebio escribe:

Y en el tercer libro de la misma obra él afirma la misma cosa en las siguientes palabras: “Pero la iglesia en Éfeso también, que fue fundada por Pablo, y en donde Juan permaneció hasta el tiempo de Trajano, es un fiel testimonio de la tradición apostólica.” (Eusebius. Church History. Translated by the Rev. Arthur Cushman McGiffert. Excerpted from Nicene and Post-Nicene Fathers, Series Two, Volume 1. Edited by Philip Schaff and Henry Wace. American Edition, 1890. Online Edition Copyright © 2004 by K. Knight).

Ahora, Juan sobrevivió enormemente a Pedro y se cree que haya vivido hasta tan tarde como 95-100 D.C. Juan era un apóstol, los primeros líderes de Roma eran sólo presbíteros. La Biblia claramente enseña que los apóstoles estaban primero (1 Corintios 12: 28). Note que incluso los eruditos católicos entienden:

A diferencia de Pedro, el papa ni es un apóstol ni es un testigo ocular del Señor Resucitado (McBrien, Richard P. Lives of the Popes: The Pontiffs from St. Peter to Benedict XVI. Harper, San Francisco, 2005 updated ed., p.33).

Puesto que eso es verdad, no tiene ningún sentido que el apóstol Juan estuviera de alguna manera subordinado a Linus, Anacletus, Clemente, y Evaristo, de todos los cuales se ha dicho que fueron pontífices después de que Pedro muriera y mientras Juan todavía estaba vivo.

Lo que es cierto, y lo que tiene sentido, es que Juan tuvo un discípulo llamado Policarpo http://www.cogwriter.com/polycarp.htm quien se convirtió en obispo de Esmirna. Anque Ignacio puede haber tenido prominencia en el entretanto, sus escritos claramente aprobaban el liderazgo de Policarpo. Policarpo era probablemente de 25-30 años cuando Juan murió. Policarpo mismo vivió hasta que fue martirizado cerca de 156 D.C. Miremos algo más que está admitido por el historiador católico Ireneo acerca de la primera iglesia en Asia Menor, bajo el liderazgo de Policarpo:

Policarpo también fue no sólo instruído por los apóstoles, y convertido con muchos que habían visto a Cristo, sino que fue también, por los apóstoles en Asia, escogido como obispo de la Iglesia de Esmirna… siempre enseñó las cosas que él había aprendido de los apóstoles, y que la Iglesia ha entregado, y que sólo son verdad. A estas cosas todas las Iglesias asiáticas testifican, como también lo hacen aquellos hombres que han sucedido a Policarpo (Ireneo. Contra los Herejos. Libro III, Capítulo 4, Versículo 3 y Capítulo 3, Versículo 4).

Así nosotros tenemos de esta fuente católica romana que Policarpo y sus sucesores en Asia Menor (al menos hasta el tiempo en que Ireneo escribió esto, alrededor de 180 D.C.) practicaron las verdaderas enseñanzas que ellos aprendieron de los apóstoles (debería anotarse que estas iglesias tenían algunas doctrinas que difieren de aquellas actualmente mantenidas por la Iglesia Romana, algunas de las cuales están documentadas en el artículo Localización de la Primera Iglesia: Otra mirada a Éfeso, Esmirna, y Roma http://www.cogwriter.com/location.htm). Esto está también posteriormente confirmado por Tertuliano:

De todas maneras las herejías son a lo mejor novelerías, y no tienen ninguna continuidad con la enseñanza de Cristo. Quizás algunos herejes pueden clamar de antigüedad apostólica: Nosotros replicamos: Que publiquen ellos los orígenes de sus iglesias y desenrollen el catálogo de sus obispos hasta ahora desde los apóstoles o desde algún obispo escogido por los apóstoles, como los de Esmirna cuentan desde Policarpo y Juan, y los Romanos desde Clemente y Pedro; que los herejes inventen alguna cosa para hacerle frente a esto (Tertullian. Liber de praescriptione haereticorum. Circa 200 A.D. as cited in Chapman J. Transcribed by Lucy Tobin. Tertullian. The Catholic Encyclopedia, Volume XIV. Copyright © 1912 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Nihil Obstat, July 1, 1912. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Es probable que Tertuliano estuviera consciente de ancianos en Roma antes de Clemente (puesto que Ireneo escribió antes de él), como también de obispos de Esmirna antes de Policarpo, pero que Tertuliano sentía que la sucesión apostólica sólo podía haber pasado a través de Policarpo (a quien él enlistó primero) o Clemente. Debe entenderse que el escrito de Tertuliano de arriba, de acuerdo a La Enciclopedia Católica, es uno de los escritos más importantes con respecto a la Iglesia Católica. Específicamente la Iglesia Católica enseña:

Entre los escritos de los Padres, los siguientes son las principales obras que llevan la doctrina de la Iglesia: SAN IRENEO, Contra los Herejes en P.G., VII; TERTULIANO, De Presriptionibus in P.L… (Joyce G.H. Transcribed by Douglas J. Potter. The Church. The Catholic Encyclopedia, Volume III. Copyright © 1908 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Nihil Obstat, November 1, 1908. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Así los propios católicos deben reconocer la importancia de estas declaraciones por Tertuliano – hay dos iglesias con apropiados reclamos apostólicos en cuanto a él concernía. Y no sólo Roma – sino una en Asia Menor que había sido conducida por el apóstol Juan hasta Policarpo y sus descendientes.

La de Asia Menor era considerado que practicaba el cristianismo judío de acuerdo a varios eruditos católicos romanos (p. ej. Daniélouo J, Cardenal. La Teología del Cristianismo Judío. Traducido por John A. BAker. The Westminster Press, 1964, Philadelphi).

Aquí está un enlace a un video del canal YouTube de ContinuingCOG titulado: Iglesia de Dios o Iglesia de Roma: ¿Qué admiten los eruditos católicos acerca de la historia de la primera iglesia? http://www.youtube.com/watch?v=dF3DFyRLCv0

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