Job y los Diez Mandamientos
Rollo hebreo del libro de Job (Pete Unseth)
COGwriter
Job es reconocido por varias confesiones en el mes de mayo, y en días diferentes.
Job es conmemorado por la Iglesia Luterana – Sínodo de Missouri en su Calendario de Santos en mayo 9, por la Iglesia Católica Romana http://www.cogwriter.com/catholic.htmen mayo 10, y por la Iglesia Ortodoxa Oriental http://www.cogwriter.com/orthodox.htm en mayo 6. Él es conmemorado también por la “Iglesia Apostólica Armenia” en mayo 6 y diciembre 26, y por la Iglesia Ortodoxa Copta en abril 27 y agosto 29.
Aunque la Iglesia de Dios no conmemora una fecha específica, nosotros en la Continuación de la Iglesia de Dios http://www.ccog.org/ reconocemos a Job como uno con quien Dios trabajó (p. ej. Job 38-42) y bendijo (Job 42: 12) en el Antiguo Testamento. Job también está mencionado en el Nuevo Testamento:
11 Ciertamente nosotros contamos a aquellos bendecidos que perseveraron. Ustedes han escuchado de la perseverancia de JOb y visto el final pretendido por el Señor que el Señor es muy compadecido y misericordioso. (Santiago 5: 11, NKJV siempre, a menos que se indique otra cosa).
Muchos eruditos enseñan que Job probablemente vivió alrededor del tiempo de los patriarcas (Abraham, Isaac, y Jacob), así los temas en el Libro de Job eran todos conocidos antes del Monte Sinaí. La evidencia bíblica incluye los hechos de que tanto Job y la riqueza de Abraham están listados en cabezas de ganado (Job 1: 3; 42: 12; Gén. 12: 16; 13: 2; 30: 43; 32: 5), los Caldeos son retratados como jinetes (Job 1: 17; como un pueblo, ellos no fueron jinetes posteriormente), la palabra particular hebrea para ‘pieza de plata’ en Job 42: 11 es usada sólo de otra manera en conjunción con Jacob (Gén. 33: 19; Jos. 24: 32), y la edad de Job (Job 42: 16) parece ser consistente con los patriarcas.
Job sabía acerca de Dios antes de que el Libro del Génesis fuera escrito, puesto que él dijo, “Yo he escuchado de Ti de oídas, pero ahora mis ojos Te ven” (Job 42: 5).
Aquí están algunas opiniones judías sobre cuándo puede haber vivido Job:
De acuerdo a Bar á¸appara, Job vivió en el tiempo de Abraham; de acuerdo a Abba b. Kahana, en el tiempo de Jacob, habiéndose él casado con Dinah, hija de Jacob (ib.; B. B. 15b; comp. adiciones en Targ. Yer. a Job ii. i). R. Levi decía que Job vivió en el tiempo de los hijos de Jacob; y él también decía, en el nombre de Jose b. Ḥalafta, que Job había nacido cuando Jacob y sus hijos entraron en Egipto y que él murió cuando los israelitas dejaron ese país. Job consecuentemente vivió 210 años (comp. Rashi sobre Ex. xii. 40). Cuando Satanás vino a acusar a los israelitas de ser idólatras, Dios lo envió a él contra Job, de allí los infortunios de Job (Gén. R. I.c.). Esta opinión es apoyada por la declaración de que Job con Jetró y Balaam fue consultado por el Faraón sobre los medios de reducir el número de los hijos de Israel y que Job fue golpeado con calamidad porque él permaneció en silencio (Sanh. 106a; Soáah 11a). Puede mencionarse que esta leyenda es narrada de manera diferente en el “Sefer ha-Yashar” (sección “Shemot”, p. 110a, ed. Leghorn, 1870) como sigue: Al principio Job, quien era uno de los eunucos y consejeros del Faraón, aconsejó a Faraón hacer que fuera muerto todo niño (Éx. i, 16). Después de eso Faraón, habiendo tenido un sueño que pronosticaba el nacimiento de un ayudador, de nuevo consultó a Job. Este último respondió evasivamente: “Haga el rey lo que él quiera” (“Sefer ha-Yashar”, I.c., p. 111a). Levi b. Laḥma también sostenía que Job vivió en el tiempo de Moisés, por quien fue escrito el Libro de Job. Algunos de los rabinos incluso declaran que el único siervo de Faraón que temía a la palabra de Dios (Éx. ix. 20) era Job (Éx. R. xii. 3). Raba, especificando el tiempo más exactamente, decía que Job vivió en el tiempo de los espías que fueron enviados por Moisés para explorar la tierra de Canaán (B.B. 15a). De acuerdo a estos rabinos, Job era un gentil, una opinión que está expresada en otra parte más plenamente, en que Job se dice haber sido un gentil pío o uno de los profetas de los gentiles (ib. 15b; Seder ‘Olam R. xxi). Otros tannaim colocan a Job variadamente en el reino de Saba, en el de los Caldeos, y en el de los Ahasureos. R. Johanan y R. Eleazar ambos declaraban que Job era uno de aquellos que retornaron de la Cautividad y que su bet ha-midrash estaba en Tiberias (Yer. Soáah v. 8; B. B. l.c.; Gen. R. l.c.). Se dijo en B.B. (ib.) que estos tannaim necesariamente consideraban a Job un israelita; pero R. Hananeel (ad loc.) tiene en su texto, “Todos los Tannaim y Amoraim, con la excepción del que colocó a Job en el tiempo de Jacob, eran de la opinión de que Job era un israelita” (comp. también Gén. R. l.c.). (Job. Jewish Encyclopedia of 1906. http://www.jewishencyclopedia.com/articles/8692-job accessed 05/06/15)
Unos pocos han indicado que Job podría haber sido el primer libro escrito de la Biblia, si bien muchos apuntan a un tiempo posterior de escritura. Incluso si él no fue escrito antes del Monte Sinaí, la narrativa parece ser antes de que los hijos de Israel entraran en la tierra de Egipto durante el tiempo de José.
Muchos que enseñan que los cristianos no necesitan obedecer los diez mandamientos también enseñan que los diez mandamientos no estaban en vigor antes del Monte Sinaí (Éx. 20). La verdad es que todos los diez mandamientos están listados en la Biblia antes del Monte Sinaí (por favor vea el artículo ¿Estaban en vigor los Diez Mandamientos antes del Monte Sinaí? http://www.cogwriter.com/ten.htm).
Si bien el Libro de Job no cita específicamente ninguno de los diez mandamientos, él parece aludir a cada uno de ellos. Esto sugiere que los diez mandamientos eran no sólo conocidos antes del Monte Sinaí, sino que ellos eran posiblemente conocidos por fuera de los descendientes de Israel.
Mandamiento 1:
2 “Yo soy el Señor tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto, por fuera de la casa de servidumbre.
3 “No tendrás a ningún otro dios antes que a Mi. (Éxodo 20: 2-3).
El Libro de Job afirma:
21 Bienventurado sea el nombre del SEÑOR (Job 1: 21).
28 Y al hombre Él dijo, ‘He aquí, el temor del Señor, que es sabiduría, y apartarse del mal, que es entendimiento’ (Job 28: 28).
28 Esta también seriá una iniquidad que merece juicio, pues yo habría negado a Dios que está por encima (Job 31: 28).
1 Entonces Job respondió al SEÑOR y dijo: 2 ‘Yo sé que tu puedes hacerlo todo, y que ningún propósito Tuyo puede ser retirado de Ti’ (Job 42: 1-2).
Lo que es interesante acerca de Job 28: 28 es que Job dijo que esto es lo que Dios dijo al hombre y no hay ningún registro de que esto sea dicho en Génesis (que es el libro bíblico primario con información antes del relato de Job), así este versículo prueba que Dios habló a la humanidad antes de Moisés en al menos una forma que no fue registrada en el Génesis. De esta manea esto refuta el argumento de que ninguno antes del Monte Sinaí podría haber conocido cuáles eran los mandamientos! Si no hubiera ningún mandamiento en vigor, ¿Cómo podría negar Dios que hubiera una iniquidad que merecía juicio?
Mandamiento 2:
4 “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy Jehovah tu Dios, un Dios celoso que castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación de los que me aborrecen. 6 Pero muestro misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos. (Éxodo 20: 4-6)
El Libro de Job afirma:
26 si he mirado al sol cuando resplandece y a la luna desplazándose en su esplendor, 27 si en secreto fue seducido mi corazón y mi boca les envió un beso con la mano, 28 esto también habría sido un delito digno de castigo; porque habría negado al Dios de lo alto. (Job 31: 26-28)
La observación del sol y de la luna, por lo cual uno es incitado, como el besarse la mano de uno, se cree por la mayoría de los comentaristas haber sido prácticas asociadas con la idolatría.
Mandamiento 3:
7 “No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano, pues el Señor no tendrá por inocente a aquel que tome Su nombre en vano. (Éxodo 20: 7)
El Libro de Job afirma:
5 Puede ser que mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones (Job 1: 5).
21 Bienaventurado sea el nombre del SEÑOR (Job 1: 21).
9 Maldice a Dios y muere! (Job 2: 9).
10 En todo esto, Job no cometió pecado con sus labios (Job 2: 10).
El tercer mandamiento es mostrado claramente haber sido entendido por Job. Es claro que antes del Monte Sinaí uno podía ‘pecar con sus labios’, y que ‘pecar’ se sabía que existía entonces (después del Monte Sinaí, Dios dijo a los israelitas que el pueblo que acostumbraba vivir en la tierra pecaba por violar este mandato, Levítico 18: 21, 27).
Mandamiento 4:
8 “Acuérdate del día del sábado para santificarlo. 9 Seis días trabajarás y harás toda tu obra, 10 pero el séptimo día será sábado para Jehovah tu Dios. No harás en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu animal, ni el forastero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días Jehovah hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por eso Jehovah bendijo el día del sábado y lo santificó. (Éxodo 20: 8-11)
El Libro de Job sostiene:
13 Luego se sentaron en tierra con él por siete días y siete noches. Y ninguno de ellos le decía una sola palabra, porque veían que el dolor era muy grande. (Job 2: 13).
1 ¿Acaso no es una milicia lo que tiene el hombre en la tierra? ¿No son sus días como los días de un asalariado? (Job 7: 1).
5 el júbilo de los malvados es breve, y la alegría del impío dura sólo por un momento? … 20 Porque no conoció sosiego en su interior, no se salvará ni con su más preciado tesoro. (Job 20: 5, 20).
21 Trata, pues, de llevarte bien con Dios; reconcíliate, y por ello te vendrá prosperidad. (Job 22: 21).
4 ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes entendimiento. (Job 38: 4).
Job 2: 13 apoya el concepto de que la semana estaba siendo observada antes del Monte Sinaí. Eso es consistente con los dos relatos en Génesis que una semana era usada como un período de regocijo (Gén. 29: 22, 27-28) y de pena (Génesis 50: 10).
Job 7: 1 apoya el concepto de “seis días trajabarás” (Éxodo 20: 8) que es parte del cuarto mandamiento. Job 20: 20 apoya el concepto encontrado en Hebreos 4: 3-6 de que aquellos que desobedecen “no entrarán en Mi reposo”. Mientras Job 22: 21 apoya el concepto relacionado que “nosotros los que creímos entraremos en ese reposo… Todavía queda por tanto un reposo (en griego sabbitismos, ‘una observancia de sabbath’) para el pueblo de Dios” (Hebreos 4: 3, 9).
En Job 38: 4, Dios dice que Él ‘puso los fundamentos de la tierra’ lo cual es similar al concepto en Éxodo 20: 11 ‘Pues en seis días el SEÑOR hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que está en ellos’. Así en Job nosotros vemos casi todos los mismos conceptos del cuarto mandamiento.
Mandamiento 5:
12 “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días pueden alargarse sobre la tierra que el Señor tu Dios va a darte. (Éxodo 20: 12).
El Libro de Job afirma:
21 Sus hijos vienen a honrar (Job 14: 21).
5 Los que por recompensa denuncian a sus amigos, aun los ojos de sus hijos desfallecerán. (Job 17: 5).
8 Como un hombre poderoso a quien le pertenece la tierra y un enaltecido que habita en ella (Job 22: 8).
Estos versículos apoyan el concepto de que uno ha de ser honorable, que los hijos han de honrar a su padre, y que los hijos van a llegar a ser honorables, mientras el quinto mandamiento dice dar honor (Éxodo 20: 12) lo que implica que los padres han de ser honorables.
Mandamiento 6:
13 “No matarás” (Éxodo 20: 13).
El Libro de Job afirma:
14 De madrugada se levanta el asesino, mata al pobre y necesitado, y de noche actúa como ladrón. (Job 24: 14).
39 si he comido de su fuerza sin pagarlo o he hecho expirar a sus dueños, 40 entonces que me broten cardos en lugar de trigo y cizaña en lugar de cebada. Terminaron las palabras de Job. (Job 31: 39-40).
Estas escrituras claramente apoyan el concepto de que Job y sus compañeros consideraban que matar era malo. Job 24: 14 es similar a la enseñanza de Jesús de vincular el matar y el robar:
10 El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 10: 10)
Note que Job conocía esta conexión miles de años antes de que Jesús la afirmara como lo registró Juan.
Mandamiento 7:
14 “No cometerás adulterio. (Éxodo 20: 14).
El Libro de Job afirma:
15 El ojo del adúltero aguarda el anochecer diciendo: “Nadie me verá,” y pone un velo sobre su cara. (Job 24: 15).
1 He hecho un pacto con mis ojos; ¿cómo, pues, hubiera podido fijar la mirada en una virgen? (Job 31: 1).
9 Si mi corazón ha sido seducido con respecto a una mujer, y si he acechado a la puerta de mi prójimo, 10 entonces que muela para otro mi mujer, y sean otros los que se inclinen sobre ella. 11 Porque aquello sería una infamia y un delito digno de castigo. 12 Sería un fuego que devorase hasta la completa destrucción, y desarraigaría toda mi producción. (Job 31: 9-12).
Estas escrituras claramente apoyan el concepto de que Job y sus compañeros sabían que el adulterio estaba prohibido y era una ‘iniquidad que merece juicio’.
Mandamiento 8:
15 “No robarás. (Éxodo 20: 15).
El Libro de Job afirma:
5 ¿Acaso no será grande tu maldad, y sin fin tus iniquidades? 6 Sin razón, tomabas prenda de tus hermanos, y despojabas de sus ropas a los desnudos. (Job 22: 5-6).
14 De madrugada se levanta el asesino, mata al pobre y necesitado, y de noche actúa como ladrón. (Job 24: 14).
39 si he comido de su fuerza sin pagarlo o he hecho expirar a sus dueños, 40 entonces que me broten cardos en lugar de trigo y cizaña en lugar de cebada. Terminaron las palabras de Job. (Job 31: 39-40).
Estas escrituras claramente apoyan el concepto de que Job y sus compañeros consideraban malo robar.
Mandamiento 9:
16 “No levantarás falso testimonio contra tu prójimo. (Éxodo 20: 16).
El Libro de Job afirma:
28 Ahora pues, dignaos prestarme atención, pues ciertamente no mentiré ante vuestra cara. (Job 6: 28).
35 Conciben afanes y dan a luz iniquidad; sus entrañas preparan el engaño. (Job 15: 35).
25 Si no es así, ¿quién podrá desmentirme y reducir a la nada mi argumento? (Job 24: 25).
4 mis labios no hablarán perversidad, ni mi lengua proferirá engaño! (Job 27: 4).
4 Pues ciertamente mis palabras no son mentira; contigo está alguien que es completo en conocimiento. (Job 36: 4).
Estas escrituras claramente apoyan el concepto de que Job y sus compañeros consideraban malo ‘levantar falso testimonio’.
Mandamiento 10:
17 “No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo.” (Éxodo 20: 17)
El Libro de Job afirma:
2 Porque la angustia mata al necio, y el apasionamiento hace morir al simple. (Job 5: 2).
12 ¿Por qué te arrebata tu corazón, y por qué guiñan tus ojos, 13 para que vuelvas tu espíritu contra Dios y dejes salir tales palabras de tu boca? (Job 15: 12-13).
1 He hecho un pacto con mis ojos; ¿cómo, pues, hubiera podido fijar la mirada en una virgen? (Job 31: 1).
9 Si mi corazón ha sido seducido con respecto a una mujer, y si he acechado a la puerta de mi prójimo, 10 entonces que muela para otro mi mujer, y sean otros los que se inclinen sobre ella. 11 Porque aquello sería una infamia y un delito digno de castigo. 12 Sería un fuego que devorase hasta la completa destrucción, y desarraigaría toda mi producción. (Job 31: 9-12).
Estas escrituras claramente apoyan el concepto de que Job y sus compañeros consideraban mala la codicia (o el deseo malo). Puesto que Pablo escribió, “Yo no habría conocido el pecado sino a través de la ley. Pues yo no habría conocido la codicia a menos que la ley hubiera dicho, ‘No codiciarás'” (Rom. 7: 7), es claro que la ley contra la codicia debe haber estado en efecto antes del Monte Sinaí.
“El pecado es iniquidad” (1 Juan 3: 4) o como se dice en el AV “pecado es la transgresión de la ley”. Los términos pecado (9), pecó (6) y pecados (1) son usados 16 veces en el Libro de JOb (NKJV).
¿Cómo podría haber habido pecado si no hubiera ley, puesto que de acuerdo a una interesante escritura del apóstol Pablo http://www.cogwriter.com/paul.htm, “el pecado no es imputado cuando no hay ley”? (Romanos 5: 13).
En el Libro de Job, Eliú dijo:
5 He aquí que Dios es poderoso, pero no desprecia a nadie. Es poderoso en la fuerza del entendimiento. … 10 El abre el oído de ellos a la corrección y manda que se vuelvan de la iniquidad. 11 Si ellos escuchan y le sirven, acabarán sus días con bienestar y sus años con prosperidad. 12 Pero si no escuchan, serán traspasados por la lanza y perecerán en su ignorancia. (Job 36: 5, 10-12).
Si la gente en los días de Job no se supusiera que sabía acerca de la ley de Dios, ¿Cómo podría haberle obedecido a Él? Si aquellos que desobedecen perecerán como aquellos que no tienen ningún conocimiento de Dios y de Sus leyes, entonces ellos deben haber tenido conocimiento de Dios y de Sus leyes.
Hay otro interesante pasaje del apóstol Pablo para considerar:
7 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Al contrario, yo no habría conocido el pecado sino por medio de la ley; porque no estaría consciente de la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. (Romanos 7: 7)
¿Qué es tan interesante acerca de él?
Bien, Pablo dijo que sólo porque había una ley en existencia contra la codicia él entendía que él no debía codiciar.
Pero, Job sabía, antes del Monte Sinaí que él no iba a codiciar. Job específicamente sabía que era malo codiciar la esposa del prójimo.
El Libro de Job demuestra que Dios ha revelado información que no está específicamente listada en el Libro de Génesis (Job 28: 28; 36: 12; 42: 5). Esto es también consistente con lo siguiente concerniente a lo que Dios dijo a Isaac relacionado con su padre Abraham:
3 Reside en esta tierra. Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tus descendientes os daré todas estas tierras. Así cumpliré el juramento que hice a tu padre Abraham. 4 Yo multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras. Y en tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra (Génesis 26: 3-4).
El Libro de Job demuestra que el pecado y los Diez Mandamientos de la ley de Dios eran conocidos antes del Monte Sinaí.
Aunque algunos pueden tratar de razonar alrededor de lo que el Libro de Job enseña, es un hecho que los primeros cristianos creían que ellos necesitaban guardar los Diez Mandamientos (para prueba en detalle, vea Los Diez Mandamientos y la Primera Iglesia). Y los verdaderos cristianos creen eso hoy.